Hola a todos! En este día tan especial para mí me animo a compartir con ustedes un post que poco o nada tiene que ver con aspectos técnicos, hoy hace exactamente un año del día que decidí aprender a programar, quiero comentar que hasta ese momento la mayoría de mis estudios fueron en Ciencias sociales y humanas, específicamente en: Derecho, administración, educación e investigación; por lo cual si bien tenía algunas competencias tecnológicas jamás había estado en contacto con un lenguaje de programación de ningún tipo y honestamente, nunca me sentí atraída “por las computadoras”.

No obstante lo que si me ha gustado siempre es darle a mi mente y a mi vida pequeños retos intelectuales que me lleven a hacer cosas que según mis propias creencias “jamás haría” y así fue como en medio de la pandemia decidí darme una oportunidad para aprender algo nuevo. Programación era perfecta para mí, un área de conocimiento jamás explorada por mí y que a su vez me permitía poner a prueba dos creencias limitantes: “no soy buena en matemáticas” y “mi nivel de inglés no es muy bueno” ambas fueron destruidas por el pasar del tiempo gracias a las increíbles herramientas que te facilitan el acceso a la información, el traductor en el navegador además de la gran cantidad de material con información de calidad que es posible encontrar en los foros, redes sociales, tutoriales y cursos, todo eso te ayudan a ver el panorama más claro y a dejar expuesto que la diferencia entre aprender o no, está en el deseo que tengas de aprender y tu capacidad para organizar el tiempo de manera que puedas siempre tener por lo menos un pequeño espacio de tiempo para instruirte y practicar.

Un aspecto muy importante en este proceso fue saber por lo menos someramente cual era el área de la programación que deseaba aprender, para así afinar la búsqueda con miras a lenguajes, tecnologías y herramientas que le sumaran a mi formación, en tal sentido elegí el Desarrollo web, pero entonces me pregunté: ¿Front-end o Back-end? Y respondí: ambos! Pero primero Front-end, esto debido a que ya tenía algunas nociones de diseño, psicología del color y soy muy detallista, con esta base emprendí mi búsqueda de conocimiento y desarrollo de habilidades nuevas, en medio del desalentador ambiente de la pandemia decidí tener opciones y darme la oportunidad de seguir creciendo, sin importar que sintiera que de cierta manera el mundo se detenía.

Durante este año noté que en realidad era otra inocente Jon Snow (me refiero a que no sabía nada de nada) y aprendí a aceptar que no saberlo todo es humano, que sin importar cuanto lo intentes no vas a aprenderlo todo de inmediato así que solo te queda una opción, aprender a disfrutar del proceso de aprendizaje y eliminar en lo posible esa ansiedad de ir más rápido, descubrí la invaluable sensación de conquista cuando te das cuenta que vas mejorando, que tus proyectos aunque sean de practica se ven y funcionan cada vez mejor. Esa sensación de vivir tus sueños en lugar de solo soñarlos me sigue acompañando en esta ruta y me encanta.

Mi camino apenas comienza y estoy encantada de poder sentirme cada día más cerca de la comunidad, poder conocer a gente increíble dispuesta a compartir abiertamente lo que hacen con total naturalidad y buena disposición, cada nuevo aspecto que descubro, aprendo y enfrento me ayuda a crecer como persona y profesional, por eso estoy agradecida de vivir este día y darme cuenta como Carl Sagan si tenía la razón cuando dijo que: “En algún lugar, algo increíble está esperando a ser descubierto” solo hace falta que nos atrevamos a buscar y aceptemos el reto de cambiar y crecer.