Hace unos días encontré una publicación que decia lo siguiente “Date cuenta de que eres la primera mujer de tu linaje en ser financieramente independiente, que vive sola, que viaja, lee, trabaja y DECIDE sobre sí misma. ¡Estás haciendo historia!”

Al mismo tiempo que conoci a una mujer de 70 años proveniente de Estados Unidos, que actualmente viaja y aprende como enseñar ingles a las personas, al contarme su vida no pude evitar tener un pensamiento que eventualmente me hizo sentir culpa🙇‍♀️, el pensamiento fue “Me hubiese gustado tener una madre como usted”.

Entonces mientras la culpa me llenaba de ideas, no pude evitar preguntarme🤔 ¿Acaso el problema es latinoamerica y las familias tradicionales?

Pude darme cuenta de que mientras más avanzaba y me dedicaba a vivir mi vida, más desconectada me sentía de mi familia, al grado de que muchas veces tuve el sentimiento de que mi personalidad los incomodaba, quien sabe, quizá los incomodaba la forma en la que comencé a establecer límites, quizá era el hecho de no querer tener pareja por el miedo intenso que le tenia al compromiso o quizá que soy la única de mi familia que se dedicó a tatuarse, no tener un trabajo 100% estable y tratar de encontrar la felicidad por medio de viajes, ejercicio y la mayor parte del tiempo, exponerse a riesgos innecesarios.

Siempre he pensado que mis padres me criaron con las herramientas que tenían a su alcance e intentando hacerlo mejor que mis abuelos, por ejemplo, mi padre dejo de tomar alcohol y ser agresivo porque sabía que estaba repitiendo el patrón que mi abuelo tuvo con ellos, mi mamá siempre hizo lo que pudo para ayudarnos con las tareas, hasta la fecha nos hace comidas muy ricas y aunque no lo dice, está orgullosa de todos y cada uno de sus hijos; pero quien más fue una guía para mí, fue un tio que nos apoyó mucho en el ámbito académico, ya sea comprando material o pagando colegiaturas y siempre que necesito un consejo, él está ahí para apoyarme.

Cuando regreso a mi adolescencia y veo a una 🍉Sandy asustada, que no tenía ni la menor idea de que estaria haciendo a los 26 años de lo único que si estoy segura, es de que estaria ligeramente decepcionada de ver que no estamos perdidamente enamoradas de nuestro primer amor y con un Hijo, porque si, Sandy pequeña queria una familia tradicional panista.

Pero al mismo tiempo esa 🍉Sandy, estaria feliz de ver que cumplimos el objetivo de nuestra abuelita “ser la mujer independiente que nunca en la vida, dependerá de ningún hombre y que en el momento que ve que una relación no funciona, puede salir de ahí”.

Luego de pensar todo esto, descubri algo muy importante, mi madre no tuvo los mismos privilegios que yo, no tuvo el privilegio de que alguien la obligara a estudiar, no tuvo a unos padres que la quisieran meter a clases de piano, que le hicieran aprender idiomas y que le inculcaran ese deseo de ser una mujer empoderada, al contrario, ella creció con la idea de ser esa ama de casa, que hace todo lo que él marido dice, porque pues es su marido, aun cuando eso implica alejarse por completo de su familia.

Ella jamás tuvo el privilegio de irse de una relación, porque siempre escucho “Tu sin mí no eres nada” o “Tu sola no podrás hacerlo, necesitas a alguien a tu lado”. Entonces ella y mi hermana crecieron con esa idea de que las mujeres debemos ser rescatadas, debemos aguantar a un hombre que aplica violencia física y/o psicológica, porque pues sin un hombre a lado nuestro no somos nada, como si estar completa dependiera afuerzas de ir buscando por el mundo esa parte que te complementa, cuando sin darnos cuenta, nada nos complementa, nada nos hará más felices que estar en paz con nosotras mismas y ya, en esa paz, elegir una pareja por decisión y no por soledad.

Y lo más triste, crecieron con la idea de que a cierta edad, ya eres demasiado mayor como para aprender algo que quieres.

Pero, metiéndome más en el tema, me dije a mi misma que el darse cuenta de esas cosas, al menos, en latinoamerica, es un privilegio. La salud mental es un privilegio, darse cuenta de esas cosas y quererlas cambiar entra en este privilegio, del cual gracias a todo el esfuerzo de esta mujer, de mi padre, de mis abuelos, de mi tio e incluso de mis hermanos que al trabajar me dieron dinero algunas veces, pues ahora poseo.

A pesar de haber deseado tener una madre diferente por unos 10 minutos, me doy cuenta de que es la mujer más admirable que conozco, de que quizá, solo quizá nació en la época equivocada.

Pero al final solo soy un simple mortal escribiendo todo esto detrás de una pantalla mientras busca un nuevo hobby.